EL BENEFICIO DE LA LECTURA PARA LAS PERSONAS MAYORES
Estephano Garrido Ortiz, psicólogo (garridoestephano@gmail.com). Fotografías de Sebastián González.
Mayoritariamente se cree que el fomento de la lectura debe realizar desde temprana edad, principalmente por que los niños se encuentran en formación de madurez mental y necesitan la estimulación de la lecto/escritura para poder potenciar sus habilidades cognitivas.
No es un secreto que las personas que leen mucho desde jóvenes, comienzan a expandir eficientemente algunos aspectos de su vida relacionados a la comunicación en general; logran leer rápido, comprender mejor lo que leen, ampliar su vocabulario, expresarse mejor y redactar de una manera directa y efectiva.
Lo cierto es que si bien el incentivo temprano es efectivo, no quiere decir que las Personas Mayores no puedan adquirir, retomar y practicar de manera constante los hábitos de la lectura. Acá hablaremos un poco sobre la importancia de darnos espacios para potenciar la estimulación cognitiva a través de la lectura.
Antes de comenzar puntualmente con los libros, hablemos un poco de la cognición. Cuando uno se pone a reflexionar respecto a las capacidades del ser humano, nos encontramos con el concepto de “la mente”, una palabra que representa una abstracción, no sabemos dónde está precisamente, pero asumimos que está ligada al cerebro, lo cual, está completamente acertado.
La mente es un conjunto de procesos psicológicos y cognitivos que tienen su mayor actividad neurológica en nuestro cerebro. Cuando hablamos de mente, hablamos de la capacidad de imaginación, la memoria, el pensamiento, el juicio y nuestras habilidades matemáticas; todas estas características componen la mente, y las funciones que permiten a la mente funcionar, son las habilidades cognitivas.
Las habilidades cognitivas son principalmente la atención, la concentración, el lenguaje, la orientación, además de las habilidades de comprensión e interpretación. Todas se potencian mediante la estimulación que podamos tener, desde hacer sopas de letras o crucigramas, hasta cosas más completas como realizar ejercicios matemáticos y por supuesto, lo que nos convoca, la lectura.
Leer proporciona una estimulación que puede ir incrementando a medida que lo volvemos un hábito. Es considerada un tipo de gimnasia mental, que se focaliza en una variedad de funciones que mantienen activo el cerebro de una manera joven y plástica, es decir, que nos obliga a replantearnos las cosas de ángulos distintos para entender mejor la interpretación de lo que leemos.
Entonces; ¿leer es provechoso? La respuesta es sí, por supuesto que mientras antes mejor, pero también hay que tener la consideración de que nunca es tarde para su implementación. Lo primero, es que leer mejora notoriamente el rendimiento cognitivo general, mucho más efectivo que una constante de sopa de letras o crucigramas. Ojo, no significa que estos no sirvan, el tema es que hacerlos durante prolongado tiempo, en determinado momento, no tendrán resultados efectivos para la estimulación.
Paralelamente a esto, también tiene un plus relacionado al deterioro natural del cerebro. Cuando envejecemos, nuestro organismo en general, tiende a deteriorarse, nuestros huesos no son los mismos, nuestros órganos son más delicados, y el cerebro no está exento de ello. Es probable que nuestro cerebro presente un decaimiento natural por nuestra edad, pero las enfermedades neurodegenerativas, como las demencias en sus diferentes condiciones, pueden ser enfrentadas por la lectura de una manera preventiva.
Estudios constantes desde el 2018 han demostrado que incorporar hábitos de lectura a nuestra vida puede colaborar en la prevención o retraso de enfermedades neurodegenerativas que afectan los procesos cognitivos. Por supuesto, todo lo que conlleva un bienestar físico en general, conlleva la complementación de la actividad tanto física y mental, como una alimentación saludable.
Como comentamos al principio, los procesos cognitivos y psicológicos básicos de las personas, incluyen los trabajos relacionados a la memoria. La lectura potencia procesos relacionados a la atención y la concentración, y estos dan como resultado el almacenamiento de la memoria, por lo tanto, la lectura influencia directamente en el ejercicio de la memoria y la prevalencia de esto.
Al ser un hábito, este requiere del tiempo necesario para al menos leer unas diez páginas diarias. Como hábito o hobbies, la lectura nos proporcionará espacios de recreación y esparcimiento, donde dedicaremos tiempo de nuestro día a día a poder imaginar las vivencias de cada cosa que leemos. De esta manera nos desconectamos un poco de nuestra realidad y nos interiorizamos en un mundo nuevo, potenciando nuestro pensamiento mágico y por supuesto, desestresándonos, el beneficio de los espacios seguros e introspectivos.
Este hábito puede ser definido por horarios, hay gente que prefiere leer mientras viaja, anda en metro o en micro. Otros toman la determinación de hacerlo dentro de las mañanas, cuando el cerebro se encuentra más activo, mientras que hay un grupo de lectores que implementan la costumbre antes de irse a dormir y acumulan libros en su velador. Estos últimos tienen un punto a favor, pues leer induce el sueño en algunas ocasiones, y permite que nuestro cerebro se vaya apagando de a poco durante las últimas horas del día, permitiendo que se prepare para el proceso de descanso, por lo que podemos asociar que la lectura potencia también el buen dormir.
Por último, hay algunos aspectos psicológicos que la lectura propicia beneficiar. Por ejemplo, la capacidad de nuestras habilidades blandas, la empatía y la delicadeza de conmoverse. Ambas son procesos que frente a las experiencias de lo que se lee, pueden verse moldeadas, posteriormente, en el día a día, estas sensibilidades estarán más a flor de piel y nos permitirán tener diferentes disposiciones con nuestra cotidianidad.
Otra instancia relacionada a la psicología social es lo que acompaña literalmente la lectura. Muchas personas leen para no sentirse solas, la lectura es una compañía que de alguna manera es impagable. Variados lectores alrededor del mundo consideran a los libros como un mundo individual e independiente, que nos permite potenciar nuestra capacidad de sentirnos plenos con nosotros mismos.
Estos son variados motivos del porqué la lectura es y siempre será considerada como una de las mejores opciones para poder potenciar las habilidades mentales, cognitivas, sociales y ambientales de las Personas Mayores. No hay que caer en el prejuicio de que leer es aburrido, que no contribuye en nada o que ya es demasiado tarde para comenzarla. Todo lo contrario, es siempre algo que nos divertirá y nos ayudará más de lo que nosotros podemos creer.