Mediación familiar es un sistema de resolución de conflictos, en el cual un tercero imparcial llamado mediador ayuda a obtener una solución la que surgirá de las mismas partes que concurren a las sesiones que sean necesarias.

La mediación es un procedimiento voluntario, no obstante, en materia de Familia en Chile resulta obligatoria y previa a la presentación de una demanda para procedimientos como Cuidado Personal de los hijos, pensiones de Alimentos y Relación Directa y Regular con los hijos (visitas).

El acuerdo al que lleguen las partes, debe ser sometido a la aprobación de un tribunal de familia, lo que hace que una vez aprobada la mediación tendrá fuerza obligatoria (igual que una sentencia) y se podrá hacer exigible en caso de incumplimiento por alguno de las partes.

Las ventajas de la mediación para la resolución de conflictos de este tipo son múltiples, toda vez que se traduce en un ahorro de recursos humanos y materiales, considerando el tiempo que demora un juicio, el costo asociado al mismo, además del desgaste emocional para las partes.

Si la mediación termina en acuerdo, el mediador elabora un acta la que será leída y firmada por las partes, entregándoles copia y remitiendo el acuerdo al tribunal de familia correspondiente para su aprobación.

Si no se llega a un acuerdo en la mediación, se elabora certificado de medición frustrada, con lo cual se puede iniciar un procedimiento judicial.